"Tu mente es la “placenta” de tu espíritu; ella nutre cada “semilla” que siembras hasta el momento del parto. Así que, si no quieres el fruto final de ciertas “semillas”, tienes que cuidarte, y dejar de sembrarlas, o dejar de alimentarlas. El primer paso para romper el control del miedo es reconocer el auto-discurso que te metió en problemas para empezar. ¿Es eso fácil de hacer? No; requiere estar atento, ser consciente de ti mismo, disciplina y reprogramación bíblica. Pero al cambiar tus pensamientos, empezarás a cambiar tu vida entera."